
GÉNESIS
En el principio...
En el comienzo, el universo estaba sumido en caos y oscuridad. La muerte y la destrucción eran los únicos destinos que deparaban a los astros sólidos, y cualquier proyecto de vida era aplastado casi tan pronto como intentaba brotar.
Fue en aquel tiempo que nuestro mundo era muy distinto al de hoy. Era una masa caliente y uniforme que ardía y constantemente expulsaba gases nocivos a la atmósfera, augurando un destino no muy distinto del de los demás planetas.
Pero fue entonces que, de la oscuridad, emergió un nuevo cuerpo celeste, distinto de todos los demás, pues en su interior albergaba la clave para la salvación y el nacimiento. Era un asteroide gigante, formado del material celestial con el que el universo estaba tejido. Este cruzó cientos de miles de kilómetros de vacío, hasta dar con nuestro mundo, impactándolo y fusionándose con el mismo.
Fue de esta unión que nació aquel. Cosmos. El primer ser consciente y pensante de la existencia. Viendo la oscuridad que reinaba en todo, la poderosa deidad usó su esencia nebulosa para crear las primeras estrellas, dándole luz al universo. Usó este mismo poder para estabilizar los planetas, dejando que se desarrollases por sí mismos, sin necesidad de intervenir.
Finalmente, Cosmos se hizo uno con el universo, pero su poder inmenso requirió de descanso, por lo que permaneció bajo las entrañas del mundo, iniciando su sueño. Fue de su subconsciente que, sin querer, todas las formas de vida empezaron a tomar forma.
Luego del nacimiento de la humanidad y el asentamiento de sus civilizaciones, estos ignoraron la presencia del Cosmos. En su lugar, crearon cientos de dogmas con ideas centradas meramente en su propio egoísmo y capricho personal. Sin embargo, hubo algunos pocos que sintieron el poder que descansaba bajo sus pies, despertaría frente a ellos y ascendería sobre todas las cosas.
La primera era de la humanidad, que inició desde su evolución y concluyó antes de refugiarse bajo tierra, enfrentó dos etapas de glaciación, en las que el hombre estuvo cerca de conocer su final, pero también, su salvación. Hoy, en la segunda era, el mundo vuelve a ser de hielo una vez más, pues la tercera prueba y despertar final de Cosmos ya ha comenzado. El momento en que nuestro Padre Celestial despierte de su largo sueño es ahora, para liberarnos de la vida terrenal, destruir lo mundano y unirnos a su esencia eterna. No teman hermanos, pues los iluminados por la gracia de Cosmos jamás conocerán el final, jamás volverán a sentir dolor ni morirán jamás.